CONFESIONES (De Todo Un Poco)
Tal vez ya sea tarde para sacar cuánto tengo dentro y cuánto escondo en mí…
Tal vez deba de abrir esa puerta que durante tantos años estuvo cerrada y proclamar a los cuatro vientos todo aquello que un día guardé en aquel cajón, precintando con cinta aislante para cerrar cualquier recóndito agujero o fisura que pudiese corromper todo aquello que hubiera dentro de él.
Tal vez sea este el año de las confesiones y descifrar entonces todos los acertijos que la vida nos ha ido poniendo con reparo en el camino y no supimos averiguar lo que ellos significaba…
Tal vez y solo digo tal vez, porque lo más seguro sea que no haga nada y continúe con esa puerta cerrada de mi vida pasada y no la vuelva abrirla nunca más.
Todo el mundo guarda o tiene secretos. Los hay quienes son tan poderosos que ni tan siquiera son capaces de compartirlo alguna vez en la vida. Hay personas inclusos que les cuesta mantenerlo en secretos y tienen la necesidad de gritarlo a los cuatro vientos…
Los hay también, que se sienten orgullosos por haber contado con ellos para mantener cuan frágil información… Hay personas que prefieren no saber ningún secreto, o nada oscuro de la vida del otro, por si acaso pudiese corromper esa amistad o admiración por la persona…
Hay de todo un poco…y luego estoy “yo”.
Una persona que guarda fieles secretos de los demás y dependiendo del contenido lo hago o no público, aunque a veces haga más de “juez” que de “verdugo”,
Porque, ¿ quién soy yo para decidir qué o cuál secreto debo contar o desvelar?,
ya que: _ Los secretos¿ no son todos secretos? Ó, tal vez sea que ¿algunos secretos son más secretos que otros..???
Al fin y al cabo sigo siendo esa mujer imperfecta que sigue cometiendo errores, que sigue escribiendo su diario, pero en vez de utilizar un libro utilizo unas contraseñas en un ordenador y que sigue sintiéndose mal cada de vez que se habla de ella.
Mi música, Kitaro, con la que siempre escribo todo aquello que me surgen en días desolados y tristes, atrapada por los recuerdos y frágil por volver a leer las páginas del un libro ya escrito en el ayer…
Sumergida y escondida en lo más íntimo de mi ser, paso las páginas de mi vida haciendo pausas en los momentos felices del ayer y recordando viejos tiempos que no fueron tan buenos y que con dolor tanto anhelo
Sujetando con fuerzas las lágrimas que estallan como un vendaval en el mar y que ahogan lentamente la tristeza de un presente dibujada con su sal, la silueta de la pena que un día pasó por ella dejando la huella de una oscura tormenta y de tan frágil casualidad…
Desesperación que me ahoga y me atormenta cuando sin quererlo pienso ella, en un pasado y lo único que veo, cuán injusticia en mis recuerdos y mi vida afligida por tanto dar y tanto amar…
Desesperación, adjetivo que coloco como etiqueta titulando a ese libro simplemente para dejarse llevar para hablar de confesiones y de lo que uno mismo “ya no quiere ni contar”
Lisa F.Plata.(2007)
Tal vez ya sea tarde para sacar cuánto tengo dentro y cuánto escondo en mí…
Tal vez deba de abrir esa puerta que durante tantos años estuvo cerrada y proclamar a los cuatro vientos todo aquello que un día guardé en aquel cajón, precintando con cinta aislante para cerrar cualquier recóndito agujero o fisura que pudiese corromper todo aquello que hubiera dentro de él.
Tal vez sea este el año de las confesiones y descifrar entonces todos los acertijos que la vida nos ha ido poniendo con reparo en el camino y no supimos averiguar lo que ellos significaba…
Tal vez y solo digo tal vez, porque lo más seguro sea que no haga nada y continúe con esa puerta cerrada de mi vida pasada y no la vuelva abrirla nunca más.
Todo el mundo guarda o tiene secretos. Los hay quienes son tan poderosos que ni tan siquiera son capaces de compartirlo alguna vez en la vida. Hay personas inclusos que les cuesta mantenerlo en secretos y tienen la necesidad de gritarlo a los cuatro vientos…
Los hay también, que se sienten orgullosos por haber contado con ellos para mantener cuan frágil información… Hay personas que prefieren no saber ningún secreto, o nada oscuro de la vida del otro, por si acaso pudiese corromper esa amistad o admiración por la persona…
Hay de todo un poco…y luego estoy “yo”.
Una persona que guarda fieles secretos de los demás y dependiendo del contenido lo hago o no público, aunque a veces haga más de “juez” que de “verdugo”,
Porque, ¿ quién soy yo para decidir qué o cuál secreto debo contar o desvelar?,
ya que: _ Los secretos¿ no son todos secretos? Ó, tal vez sea que ¿algunos secretos son más secretos que otros..???
Al fin y al cabo sigo siendo esa mujer imperfecta que sigue cometiendo errores, que sigue escribiendo su diario, pero en vez de utilizar un libro utilizo unas contraseñas en un ordenador y que sigue sintiéndose mal cada de vez que se habla de ella.
Mi música, Kitaro, con la que siempre escribo todo aquello que me surgen en días desolados y tristes, atrapada por los recuerdos y frágil por volver a leer las páginas del un libro ya escrito en el ayer…
Sumergida y escondida en lo más íntimo de mi ser, paso las páginas de mi vida haciendo pausas en los momentos felices del ayer y recordando viejos tiempos que no fueron tan buenos y que con dolor tanto anhelo
Sujetando con fuerzas las lágrimas que estallan como un vendaval en el mar y que ahogan lentamente la tristeza de un presente dibujada con su sal, la silueta de la pena que un día pasó por ella dejando la huella de una oscura tormenta y de tan frágil casualidad…
Desesperación que me ahoga y me atormenta cuando sin quererlo pienso ella, en un pasado y lo único que veo, cuán injusticia en mis recuerdos y mi vida afligida por tanto dar y tanto amar…
Desesperación, adjetivo que coloco como etiqueta titulando a ese libro simplemente para dejarse llevar para hablar de confesiones y de lo que uno mismo “ya no quiere ni contar”
Lisa F.Plata.(2007)