viernes, 16 de octubre de 2009

La Partícula De "Dios"


                LA PARTICULA DE DIOS


Digamos pues, que desde la existencia del ser humano, siempre hemos luchado y exprimido nuestros cerebros al máximo para descubrir de dónde procedemos, de dónde somos y la cuestión fundamental “por quién y cómo fuimos creados”.

Llevamos décadas, siglos enteros buscando respuestas y no podemos decir que toda lucha del ser humano haya sido en vano, puesto que ahora más que nunca nos acercamos al planteamiento final donde Ciencia y Fe se cuestionarán papeles realmente cruciales y fundamentales en nuestra historia.

Las cuestiones sobre la creación de los planetas, satélites, estrellas, etc, etc, darán fin gracias a la perseverancia de tantos años de dedicación de la Física y la Astronomía.

La “partícula de Dios” o llamada también bosón de Higgs, partícula Higgs o simplemente el Higgs, debe su nombre en honor al físico Peter Higgs quien se lo proporcionó hace ya más de 40 años.

Para Higgs solo había una meta que alcanzar para hallar las miles de cuestiones que se planteaba a lo largo de sus días en sus últimos estudios.

Física o Religión luchando a la vez por descubrir de dónde procedemos o cómo nos crearon dieron rienda suelta a la construcción de un acelerador de partículas para así descomponer y desnudar al completo la materia partícula a partícula hasta definir cuál fue la principal para nuestra existencia: un inframundo escondido al alcance de nuestros ojos pero codiciado por todos aquellos que alguna vez en su más absoluta soledad se preguntaron cómo es Dios y cómo creó un Universo tan perfecto.

El famoso acelerador de partículas o LHC, Colisionador de Hadrones, hará de su propósito poder descifrar el código prohibido del mundo físico.

Sé que para muchas personas esto resultará irrelevante pero si se llega al final dará muchos quebraderos de cabeza a todo aquel ser humano que se basa en una creación simple como se relata en “Las Escrituras Bíblicas”. Recomponer el mundo a base de descomponer partículas es para muchos más simple que el mero hecho de creer a pies juntillas que Dios puso su mano en la creación y ésta tardó siete días, incluyendo el día de descanso como lo llamó “El Señor”, en crearla.

Cada uno tomará u optará por posiciones distintas pero el proyecto al fin y al cabo no es más que un estudio que empezó hace muchos años y que todo ser humano ha codiciado en saber desde sus principios.

Hace días vi la película Ángeles y Demonios. Os la recomiendo a todos, en ella se ven implicados los físicos de un laboratorio que estudian precisamente a escondidas del Vaticano el LHC,(colisionador de Hadrones) con el fin de colisionar y descomponer toda partícula hasta llegar a la única y verdadera molécula atómica elemental más poderosa.

Ciencia y Religión en un conflicto o tal vez en un pacto. Vosotros mismos sacaréis conclusiones de ella.

Ahora solo cabe esperar a que se ponga en marcha esta enorme máquina y obtener los resultados para ver la famosa y esperada “Partícula De Dios”.